de Sofia Rubin
La mucama de Omicunlé de la artista y escritora Rita Indiana ejemplifica las teorías de Judith Butler sobre la performatividad de género, la subversión de los roles tradicionales de género y la naturaleza fija de la identidad. La novela es muy compleja y explora muchos temas, incluye la identidad sexual y la identidad del género, el medio ambiente, la raza, la clase, la tecnología y el poder. Quiero enfocar en la idea del cuerpo como simultáneamente ilimitado y limitado, con un vocabulario grande para la expresión y la acción que frecuentemente está restringido por fuerzas externas e internas.
A través del viaje del protagonista Acilde y la trama de la novela, la historia cuestiona las nociones fijas de género y también resalta la naturaleza performativa e interseccional de la identidad, lo que Butler sugiere que es necesario para superar la naturalización de regulaciones corporales e identitarias viejas y restrictivas. Butler nos pide que desestabilicemos y reconozcamos estas ideas como naturalizadas y no inherentemente verdaderas (Butler 193). Situada en una República Dominicana futurista y postapocalíptica, Acilde trabaja como trabajadora sexual hasta que uno de sus clientes le ayuda a conseguir un trabajo como una criada para una viejita que se llama Omicunlé. Esta mujer está conectada con la orisha Yemayá, una deidad yoruba. Acilde tiene dificultades personales porque se siente como un hombre y quiere más que nada ganar suficiente dinero para comprar la medicina (Rainbow Brite) que le permitirá hacer la transición de su cuerpo para que coincida con su identidad interna. Hasta entonces, permanece infeliz y atrapada en su cuerpo. Notablemente, la autora Rita Indiana utiliza el pronombre femenino para Acilde y solo deja de hacerlo después de que ella se ha transformado en hombre, lo que refuerza el sentimiento de Acilde de estar atrapada. En Gender Trouble, Judith Butler argumenta que el género no es una identidad inherente, más bien, es una serie de actos y performances dictadas por normas sociales (Butler 192). Estas normas son restrictivas y opresivas, argumenta Butler, y cosas experimentales como las performances de drag resaltan su construcción artificial. Propongo que la lucha de género y la transformación del personaje de Acilde apoyan de manera similar la narrativa del género como un “act” abierto a “divisions, splittings” y desnaturalización (Butler 187).
El escenario de la novela es oscuro: en el pasado, el presidente tiránico acumuló poderosas armas biológicas que se demarraron en el mar y la contaminaron. Por lo tanto, el mar Caribe se ha convertido en un pantano turbio donde no puede existir vida. Además, el gobierno vigila a la gente despiadadamente y los inmigrantes haitianos son asesinados con armas tecnológicas. La vida en general es peligrosa: lluvias ácidas, temperaturas extremas y enfermedades altamente contagiosas plagan a la población como una serie de desafíos bíblicos. La viejita que emplea a Acilde tiene acceso a la magia y ella es parte de una secta yoruba centrada en una anémona de mar sagrada y poderosa; además, es la consejera religiosa del presidente. Una profecía establece que el hijo legítimo de Olukun (una deidad marina), Omo Olukun, será la única persona que podrá regresar en el tiempo y prevenir que el presidente compre las armas que destruyeron el mar, salvándolo así. Pronto, este deber parece recaer en nuestro protagonista Acilde.
Cuando Acilde se entrelaza con Omicunlé, la verdadera acción finalmente comienza. Su deseo individual de hacer la transición choca con la profecía, y con la ayuda de la anémona, ella cambia su forma al cuerpo de un hombre. Después, viaja denle el tiempo para salvar el mar Caribe con la ayuda de Argenis, un artista homofóbico y machista con deseos reprimidos (él también cambia de forma). Sus acciones y deseos desafían la noción convencional del binario de género, mostrando la idea de Butler de que subvertir las expectativas tradicionales de género y sexo es necesario para demostrar su construcción social y su estado naturalizado. Debido a la transformación de Acilde, el “collective agreement” de conformarse está amenazado (Butler 190). La transición de Acilde no es solo un cambio físico, sino un acto performativo que significa cómo una apariencia externa masculina se alinea más correctamente con su identidad interna masculina. Esto no es único en Acilde dado que el personaje secundario (Argenis) también se beneficia de un cambio físico mágico de género.
En la realidad alterada por el tiempo, Acilde, ahora un hombre, adopta el nombre “Giorgio”. Él se encuentra con el presidente (antes de que fuera presidente, cuando solo era un DJ) pero, y para nuestra sorpresa, decide no convencer al presidente de que se abstenga de comprar las armas. En otras palabras, Giorgio rechaza la profecía. Al mismo tiempo, Argenis se ve obligado a enfrentarse con sus deseos homosexuales. El tiempo y el espacio se confunden entre el futuro (2037), el pasado reciente y el pasado lejano (la época colonial), y en una serie de grandes y extraños vueltas de tuercas, se descubre que Omo Olukun ha estado presente todo el tiempo. Omo Olukun ha estado ayudando a avanzar los objetivos de la profecía, pero también los ha perjudicado y ha torcido las vidas de las personas. Además, ha estado explotando las emociones de varios personajes para su propio entretenimiento, en lugar de para la humanidad, el medio ambiente o los otros orishas. Hay cierta absurdidad y crueldad en estes giros del destino, pero también me hace pensar que quizás Indiana desea señalar la absurdidad inherente en depender de la fe o de explicaciones universales sobre el mundo. Tal vez la ridiculez de la trama en este punto sugiere lo ridículo de aceptar y defender las regulaciones sociales normativas que la sociedad utiliza para limitar la expresión de cada individuo.
La idea de Butler de que el género es un acto social regulado que demanda libertad se ejemplifica definitivamente a través del concepto de cambio de forma en la novela. La transformación de Acilde en Giorgio y la confusión entre diferentes períodos de tiempo reflejan la conceptualización de Butler de que el género “does not have an ontological status apart from the diverse acts that constitute its reality” (Butler 186). La mezcla de pasado, presente y futuro en la novela se puede ver como una metáfora de la energía activa y el dinamismo de las identidades individuales, en lugar de ser fijas y claramente definidas (Butler 189). La novela describe un lugar donde las identidades pasadas pueden influir en las performances presentes, y las posibilidades futuras se moldean por las acciones actuales.
En conclusión, La mucama de Omicunlé sirve como una vívida encarnación narrativa de las teorías de Judith Butler sobre la performatividad de género y la subversión de los papeles tradicionales de género. A través del viaje de Acilde, Rita Indiana ilustra la construcción artificial del género y la absurdidad de que sea rígido, haciendo eco de la afirmación de Butler de que el género no es una identidad fija, sino un acto performativo gobernado por restricciones sociales y la cooperación personal con estas restricciones. La trama de la novela, caracterizada por su representación poco ortodoxa del tiempo y el espacio, subraya la naturaleza dinámica y multifacética de la identidad, desafiando la noción de papeles de género fijos y naturalizados.
La transformación de Acilde en Giorgio no solo cumple con su deseo individual de que su cuerpo corresponda con su identidad interna, pero también simboliza la lucha más amplia contra las normas de género opresivas. La interacción entre la magia, la profecía y el entorno distópico amplifica más a fondo el tema de la transformación, tanto personal como social, sugiriendo que el cambio es posible a través del rechazo de las expectativas normativas. La absurdidad y crueldad revelada en los giros de la trama critican la dependencia en la fe y las explicaciones universales, insinuando la absurdidad de las regulaciones sociales rígidas. Al yuxtaponer lo surreal con lo real, Indiana invita a los lectores a cuestionar la naturalización de las normas sociales y a abrazar la posibilidad de la identidad de ser performativa y flexible.
Finalmente, podemos decir que La mucama de Omicunlé no solo se alinea con el marco teórico de Butler, sino que también lo amplía, ofreciendo una rica exploración narrativa de la performatividad de género, la identidad y las posibilidades de subversión y transformación dentro de una sociedad restringida. A través del viaje de Acilde, la novela llama a reconocer la naturaleza performativa del género y la necesidad de desestabilizar las regulaciones anticuadas para fomentar una comprensión más inclusiva y fluida de la identidad. Sin embargo, los elementos de ciencia ficción e interseccionales de la novela (por ejemplo, toca temas de clase y raza), amplían el pensamiento de Butler al mostrar cómo es imposible mirar cualquier factor social de manera aislada. En su lugar, es necesario entender la interseccionalidad de la existencia y la necesidad de soluciones interseccionales a los problemas sociales.
La novela implica que, como una sociedad, estamos matando nuestro planeta y discriminando a los inmigrantes y a las personas de diferentes orígenes. Estamos utilizando la tecnología para espiar a las personas y hacerles daño en lugar de liberarlas y conectarlas. También estamos regulando a las personas de una manera manipuladora y sin sentido, en una manera no muy diferente a cómo los dioses juegan con las vidas y emociones humanas en la religión yoruba, como lo describe Indiana. Creo que tal vez el aspecto más fuerte de la novela de Indiana es que al entrelazar una trama compleja y extraña que resuena con problemas sociales y ambientales genuinos y relevantes, logra desnaturalizar estos problemas, con la esperanza de que se desestabilicen, como posita Butler.
Bibliografía
Butler, Judith. Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity. Routledge, New York and London, 1999.
Hernández, Rita Indiana. La mucama de Omicunlé. Editorial Periférica, 2015.