Los niños perdidos de Valeria Luiselli

Escrito por Michelle Ortiz

Los niños perdidos es un libro ensayístico de la escritora mexicana Valeria Luiselli que explora el tema de la migración, particularmente el viaje de los niños centroamericanos que viajan a través de México para llegar a los Estados Unidos. El libro se organiza a través de las 40 preguntas que se encuentran en el cuestionario que se les hace a los menores cuando viajan solos y compara las diferentes experiencias migratorias de las personas en los Estados Unidos, específicamente la de la autora y las de los niños que ella entrevista.

La novela comienza enfocándose en la experiencia migratoria personal de Luiselli y la de su esposo, con una breve mención de su hijita. Rápidamente el enfoque cambia al trabajo voluntario que Luiselli hace, entrevistando y traduciendo para los niños que viajan solos a los Estados Unidos que se encuentran en Nueva York. Luiselli forma una estructura donde incluye las 40 preguntas que vienen en el cuestionario y las utiliza para contar las experiencias y los relatos de los niños. A través del libro también hace referencia a cosas personales, como lo que le está pasando a ella en esos momentos. Luiselli utiliza varios casos específicos dando una narrativa más completa. Durante el texto, también da mucho contexto e información sobre las reformas y leyes migratorias, lo cual permite que el lector tenga un sentido de entendimiento más grande.

Algunos de los temas más prominentes y principales de Los niños perdidos son la religión, el sueño americano, el uso de las metáforas y la ironía. Sin embargo, la novela también explora temas de género, los cuales están sutilmente entretejidos en la narrativa, y brindan información sobre las experiencias y desafíos únicos que enfrentan los migrantes de diferentes géneros. La novela se encarga de ilustrar el género como una dimensión más que se debe tomar en cuenta cuando se piensa sobre la experiencia migratoria ya que destaca los factores interseccionales de género, poder y desigualdad que moldean las vidas de los jóvenes migrantes en su viaje.

El hecho de que el texto se enfoque en el viaje de los menores solos también toca el tema de la masculinidad que tienen que asumir los pequeños. Uno de los principales ejemplos de esto es el caso de Manu, uno de los niños con los que habla Luiselli. La historia de Manu refleja la responsabilidad que él tenía de ser el hombre que protegía a sus primas en Tegucigalpa, y ahora en los Estados Unidos también. Manu expresa que asistir a una escuela que tenga las mismas gangas de las cuales escapó en su hogar es muy difícil, en especial “ahora que están ya acá [sus] dos primas” ya “que [tiene] que cuidarlas” (63). Manu no solo lidiaba con nociones tradicionales de masculinidad en el contexto de la migración, sino también en uno de masculinidad en medio de la amenaza de las pandillas al tener que asumir la responsabilidad de sus primas. Su experiencia brinda luz sobre las complejidades de los roles y expectativas de género que sufren los niños en otros países, especialmente aquellos que viajan solos. La prevalencia de estas responsabilidades refleja cuestiones sociales y sistémicas más amplias y muestra que no solo aplican a los menores de la novela.

Otro de los temas relacionados al género que cubre la novela pero que no está específicamente relacionado a los niños que viajan solos es el de un sentido maternal. En la novela existen varios personajes femeninos —Luiselli, su sobrina, la tía de Manu, la abogada, etc.— las cuales todas revelan un aspecto maternal y demuestran un profundo sentimiento de preocupación y protección para los niños. En el caso de la tía de Manu, aunque no sea su madre, es la persona que lo rescató de los peligros que estaba viviendo en Tegucigalpa. Ella estaba ahorrando para traerlo a los EEUU, pero decidió “endeudarse para traer a Manu de inmediato cuando se dio cuenta de que no era un juego” (67). Prefirió endeudarse a saber que su sobrino estaba en peligro. Muchas de las veces los niños emprenden sus viajes solos, impulsados por padres que simplemente buscan las mejores oportunidades para ellos. Viajan para alcanzarlos en los Estados Unidos o para salir del peligro de su hogar. Todos los diferentes personajes del texto querían ayudar a los niños, de una manera u otra. El instinto maternal las lleva a soportar dificultades extremas y a tomar decisiones difíciles para garantizar la seguridad y el bienestar de sus familias en medio de los desafíos de la migración.

La obra de Valeria Luiselli profundiza en las complejidades de la inmigración, el costo humano de las fronteras y la difícil situación de los niños que viajan solos, los niños perdidos. A través de distintos temas, desde la religión hasta el género, Luiselli ilustra los desafíos y sacrificios que enfrentan estos pequeños mientras embarcan en la búsqueda de un futuro mejor. Al integrar contexto del proceso migratorio y las preguntas como estructura al igual que su propia experiencia Valeria Luiselli brinda luz a la importancia de reconocer la compasión y solidaridad que necesitan aquellos que lo único que buscan es una vida mejor.

Fuentes

Luiselli, Valeria. Los niños perdidos (Un ensayo en cuarenta preguntas). Editorial Sexto Piso, 2017.