Escrito por Luz María Montiel

El cuerpo secreto, un libro escrito por la brasileña Mariana Torres, no solo es una simple colección de relatos de la infancia, es una exploración íntima a través de las vidas emocionales y psicológicas de la niñez. Torres explora lo doloroso, lo imaginativo y hasta la crueldad de esta etapa tan importante en la vida.

Desde el primer vistazo, la portada del libro nos cautiva con una imagen inquietante: una joven colgando de un árbol por el cuello. Esta representación visual instantáneamente nos sumerge en la atmósfera de la obra, preparándonos para un viaje literario que desafía las convenciones y confronta la actitud hacia las mujeres por los hombres en el cuento tras los ojos de los niños. Torres hace un increíble trabajo en la diversidad de voces en los relatos.

Cada relato está narrado por un personaje diferente, demostrando unas visiones únicas y personales de la vida a través de los ojos del personaje. En esta reseña, me enfocaré en dos de sus relatos, “Palomitas de Maíz” y “Nido”.

“Palomitas de Maíz” se trata de un niño y su relación con su papá mientras comen palomitas. Las palomitas son símbolo para la inocencia y lo dulce de la vida del niño mientras que su vida real, hay muchas contradicciones a esta vida dulce. El papá hace muchos comentarios sobre las mujeres al niño: “Como las mujeres, me dijo, que me tenía que acercar de forma sigilosa, con la lengua, para que se me quedaran pegadas” (Torres 79). Torres captura la relación entre un papá machista y su hijo. Los consejos que da el papa dañan a las mujeres por las implicaciones machistas. El niño crecerá reconociendo estos consejos como la realidad sin importarle los sentimientos de las mujeres, igual que el papá. El niño también ve la relación entre su papá y su mamá: “A mamá no le gustaban nada las palomitas… tampoco lo que decía papá de las mujeres. Se gritaban porque mamá decía que papá no ayudaba en casa, y él decía que se ocupaba de mí” (Torres 79-80). El niño entiende que a su mamá no le gustan esos comentarios, pero no hay entendimiento en el porqué. El símbolo de lo dulce en las palomitas para la mamá no era realidad, resultando en su disgusto en las palomitas, pero para el papá, era cuando se sentía cómodo para dar esos consejos a su hijo. Se ve el machismo sobresalir en esta escena por la diferencia de como crecerá el niño, que en poco rato será hombre. También está el problema del quehacer, y como el papá hace escusas con el cuidado del niño. Como mujer, entendemos la frustración de la mamá porque el niño no es un trabajo, la mamá también cuida a los niños y ella, como mujer, todavía se espera que hará el resto del quehacer también. Me encanta este enfoque en el niño en esta historia. Torres captura la inocencia del niño al no entender completamente la relación entre sus padres, pero también el entendimiento en unos sentimientos de parte de la mamá. Si hubiéramos leído esta historia de parte de la mamá, será con enojos y tristeza por culpa del esposo, pero con el niño, estas conversaciones solo son, no hay más explicación para él, ni él querrá entender, hasta que el niño crezca y buscará estos entendimientos.

El cuento “Nido” se enfoca en una muchacha en un compartimento de asientos de tren con una familia. Son los padres y un bebé en los brazos de la mamá. La mamá y el bebé andan dormidos y la chica se pone a mirarlos y “la chica está segura de que sus dos corazones laten al mismo ritmo” (Torres 87). La muchacha ve esta relación entre una mamá y su primer hijo, una relación muy poderosa y asombrosa para ella. La muchacha nota muchas cosas del cuerpo de la mamá y cómo se conecta con el bebé y se convierten en uno solo. Esto es cuando nota que el papá se le queda viendo y empieza a tocar los pechos de la muchacha: “y a la chica le duele lo justo, y el padre jugetea con él todo el tiempo que puede, que le deja el tren, que le deja la chica, que le deja el niño antes de despertarse” (Torres 89). Esta agresión sexual es difícil para leer porque, aunque la muchacha se siente rara pero esta capturada por el cuerpo de la mama: “La chica sabe que debería levantarse y cambiarse de asiento” (Torres 88). Abre una conversación de la agresión sexual de las niñas que sigue siendo un tabú en América Latina.

Aunque la muchacha se sentía incomoda, nunca pensó que era algo malo, o que supiera lo que estaba pasando por la inocencia de una niña y por qué a lo mejor es la primera vez que experiencia algo así. También por la sutileza del hombre, esto no es su primera vez. Esto hace pensar en el futura de la niña y con quien o a quien tendrá de confianza para contarle lo que le paso para poder tener ese apoyo emocional después de el acto invasivo. La muchacha, mientras le pasa eso, se enfoca mucho en los pechos de la mamá. Describe esa conexión con el bebé y el acto de mamar. Para la muchacha, los pechos de la mamá son de dar vida y nutrir al bebé, un acto humano. Mientras que, para el papá, es algo sexual y toma ventaja de la curiosidad de la muchacha sin que la mamá supiera. Es uno de los cuentos más difíciles para leer en este libro, pero me gusta cómo Torres escribió este pasaje, con un enfoque en esta diferencia del cuerpo cuando es visto a través de la mirada de una muchacha curiosa o de un hombre.

Torres comparte estos cuentos con temas importantes y conmovedores para el lector. Hay experiencias que se puede relacionar y evoca sentimientos poderosos en los niños y en los que están leyendo estos pasajes. Es maravilloso ver una escritura de las voces de los niños y combatir esta idea de la ‘inocencia’ de la niñez, porque, en realidad, está lleno de momentos fuertes y complejos para los niños y hay un cambio en ellos después de cada experiencia.

Fuentes

Torres, Mariana. “Nido” y “Palomitas de maíz”. El cuerpo secreto, Páginas de Espuma, Madrid, 2016, pp. 79- 80 y 87-89.